Un poco sobre la ruta del café en Chiapas

Por Julio Zamudio


A 40 km de Tapachula, Chiapas en México se encuentra el municipio de Unión Juárez, refugio de clima templado para los habitantes de las zonas calurosas del Soconusco.

   Esta es la ruta del café en Chiapas, donde las fincas cafetaleras comenzaron a surgir en la región en los años ochentas del siglo XIX, alcanzando su esplendor en el primer tercio del siglo XX y hoy todavía se encuentra en su arquitectura de madera mucho de su esplendor y del origen extranjero de sus fundadores. 

   El taxista en Tapachula nos ofreció el viaje redondo a Unión Juárez por solo $ 400.00 pesos, el joven nos esperaría el tiempo que quisiéramos en cualquier lugar donde deseáramos parar, el tour duraría medio día.

   La mañana siguiente salimos temprano hacia la ruta del café, ahí supimos que la variedad que más se produce es la arábiga o coffea arábiga por ser muy aromática y tostado ofrece menores niveles de cafeína en comparación con la variedad robusta.

   Debido a la alta calidad del café de Chiapas, México exporta el 85 por ciento de su producción.

   Tras el serpentear del camino, se observa la diferencia en la vegetación del paisaje y en el clima, el cual va bajando conforme vamos subiendo, Unión Juárez, también llamada la Suiza de México, esta a una altura de 1,226 msnm; es una comunidad de 15 mil habitantes, con estrechas y empinadas calles; el lugar es una mezcla arquitectónica y del paisajismo de nuestro México tradicional (del sur), casas con portales y techos de teja donde se observa el humo de sus cocinas, hotelitos modestos y limpios en contraste con bellos chalet’s al más puro estilo europeo, gente amable y servicial, que ya sea a caballo o a pie, siempre tiene tiempo para orientar al visitante. El clima es templado y frío, es el último pueblo para llegar al volcán Tacaná con sus más de 4,150 msnm. En este punto usted puede observar el paisaje que por un lado ofrecen las montañas y su “selva de niebla” y por el otro se encontrará con cañadas y la frontera con Guatemala. Todas estas sensaciones que transmiten la vista, el clima y los aromas que flotan en el aire, le obsequian una sensación de paz y tranquilad.

   De regreso a Tapachula, visitamos el ejido Santo Domingo, donde se encuentra la famosa Casa Braun, la cual impresiona por su belleza y por estar “fuera de lugar” en un rincón lejano de nuestro país. Su construcción inició en  1920 y terminó nueve años después, esta casa de madera es una mezcla de la influencia arquitectónica clásica americana y europea, que hace reflexionar al visitante lo difícil que debió haber sido el traslado de los materiales para su construcción (se dice que la madera provino de España) por los caminos y veredas que debieron haber existido antes de la construcción de la carretera, lo difícil para llegar a esa zona elevada y la tracción seguramente humana y animal para llevar esos materiales y posteriormente los muebles europeos con que se vistieron las habitaciones (hay una historia interesante sobre el piano y su traslado), que solo es comprensible por el poder económico que poseía su dueño el Alemán Enrique Braun, quien fuera un terrateniente propulsor del cultivo de café en la zona y de la llegada de inmigrantes alemanes al Soconusco. De la información oficial que se ofrece en esta Casa/Museo/Restaurante, presentamos los siguientes párrafos:

   “De orden funcional y simétrico extraído de las viejas casa estilo colonial americano que presenta en sus detalles, la escalera, las puertas y ventanas con un verticalismo puro, al igual que las persianas de madera y los abatimientos de los cristales, de arriba-abajo con mecanismos de contrapeso para mantener la posición deseada”.

   “La pintura de sus muros a base de vinilos y tonos transparentes, hace juego con sus elegantes estampados con el toque art nuoveau europeo”.

   “Por el exterior sus amplios corredores recrean las viejas casas sureñas de California con barandales de duelas caladas con figuras geométricas y balaustradas torneadas en madera, donde columnas estilo compuesto y esquineros de alta ornamentación dejan ver nuevamente la influencia art nuoveau”.

   “Hoy podemos apreciar la vivienda y valorar en todo lo que tiene de asombroso el que hasta la fecha no hubo ninguna intervención para su mantenimiento”.

   Una vez visitada y admirada esta residencia, decidimos comer por el camino de regreso a Tapachula muy cerca de Santo Domingo y paramos en un lugar donde se ofrecen diferentes guisos, como éramos tres (contando al taxista) escogimos una parrillada con carne asada, carne adobada, chorizo y codornices, acompañados con frijoles de la olla, servidos en tazones de barro, una rica salsa tatemada y tortillas hechas a mano; pero antes del platillo principal y como sentíamos algo de frío (en el noroeste de México, donde vivimos, hace calor todo el año) a pesar de estar a finales de marzo, degustamos un rico y espumoso chocolate caliente con pan dulce recién hecho en el mismo lugar (donde me disculpo por no recordar el nombre), todo ese banquete por menos de $ 200.00 pesos.

   Nos faltó mucho por conocer sobre la ruta del café en Chiapas y de visitar más fincas como la Hamburgo, Argovia, La Chiripa e Irlanda, todas rodeadas de una naturaleza exuberante en las faldas del volcán Tacaná. Pero siempre hay que dejar algo pendiente… para regresar.

   Nota de viaje: Son interesantes las historias en torno a la Casa Braun y su dueño original, es posible que Adolfo Hitler haya estado de visita en esa casa. Averigüe más…

 

*Imágenes  por Julio Zamudio, excepto la No. 20

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