Compartido por el Dr. José Alberto Quintero Benítez
Profesor Investigador de la Escuela Superior de Agricultura del Valle del Fuerte de la Universidad Autónoma de Sinaloa
El maíz (Zea mays; Poaceae) es el cultivo con mayor superficie establecida en el ciclo Otoño-Invierno en Sinaloa (440 mil hectáreas). Su éxito comercial ha reducido el mosaico de cultivos presentes en nuestro estado. El monocultivo de esta gramínea ha provocado la aparición y el incremento de problemas causados por enfermedades en muchos lotes; sobresalen por su incidencia la pudrición de tallos, la roya y el carbón común o “huitlacoche”.
PUDRICIÓN DE TALLOS
En los últimos años se ha incrementado la incidencia de plantas de maíz con pudrición de los tallos, generalmente causada por hongos como Fusarium y Macrophomina. Se sabe que este problema afecta al 70 a 84% de los lotes de maíz. Estos hongos afectan los tejidos vasculares del tallo impidiendo que la planta de maíz tome adecuadamente el agua y los fertilizantes del suelo. Las plantas afectadas por pudrición de tallos pueden quedar achaparradas y raquíticas, reduciendo su potencial de rendimiento; las mazorcas son pequeñas y no llenan todos los granos. Cuando el daño es fuerte algunas plantas pueden llegar a morir. El hongo Fusarium también se ha detectado afectando los granos, afectando hasta el 14% de la mazorca.
Para el manejo de la pudrición de tallos es importante la rotación de cultivos, estableciendo otros cultivos no hospederos de Fusarium y Macrophomina. Otras medidas incluyen la incorporación de materia orgánica y antagonistas al suelo como el hongo Trichoderma. Sería conveniente que las compañías productoras de semilla de maíz consideraran en sus programas de mejoramiento genético la selección de un híbrido con tolerancia a este problema.
ROYA DEL MAÍZ
Esta enfermedad se presenta año con año en nuestro estado, en ocasiones causando daños severos y en otras sólo algunas pústulas en la planta. Es causada por los hongos Puccinia sorghi y Puccinia polysora. La enfermedad se reconoce por la presencia de pústulas color café rojizo a anaranjado en las hojas; luego que se ha cubierto con pústulas la hoja se pone amarilla y puede llegar a morir. La roya inicia generalmente en las hojas inferiores, y avanza hacia arriba pudiendo afectar a todo el follaje.
La roya se ve favorecida por temperaturas entre 26 y 32°C y humedad relativa alta (más de 80%), de manera que es más frecuente durante los meses de febrero y marzo. Las siembras de PV son más afectadas por la enfermedad porque las plantas pueden infectarse desde que son pequeñas.
El manejo de la enfermedad se basa en establecer las siembras de maíz en OI, preferentemente en el mes de noviembre. Las siembras de PV corren riesgo, por lo que se deben sembrar híbridos que tengan cierta tolerancia a la roya (pregunte a su proveedor de semilla si el híbrido que va a comprar tiene tolerancia a roya). Cuando las condiciones de humedad y temperatura causan la aparición de la roya y se requiere su control químico, existen algunos fungicidas adecuados a base de tebuconazole, propiconazole, difenoconazole y otros similares. Las compañías productoras de semilla de maíz no deben descuidar la tolerancia a roya en sus híbridos, pues el uso de fungicidas representa un fuerte gasto para los productores.
HUITLACOCHE O CARBÓN COMÚN
Esta enfermedad se presenta en todas las áreas productoras de maíz en Sinaloa y otras partes del mundo. Es causada por el hongo Ustilago maydis. Afecta a las hojas, tallos, espigas y mazorcas. Las mazorcas afectadas desarrollan agallas en los granos, los cuales se observan como tumores de color plateado con un polvillo negro en su interior. En las siembras para elote esta característica hace que la mazorca afectada pierda su valor comercial. En siembras para grano se afecta el rendimiento del cultivo. Cuando el cultivo alcanza su madurez fisiológica, las mazorcas pueden liberar un polvillo color café oscuro formado por millones de esporas del hongo.
El huitlacoche aparece en temporadas con temperaturas entre 26 y 32°C y humedad suficiente. La mayoría de los híbridos comerciales de maíz son resistentes a esta enfermedad, pero bajo ciertas condiciones algunos de ellos llegan a presentar hasta un 10% de incidencia. El control químico de esta enfermedad es incosteable, por lo que es deseable que las compañías productoras de semilla mantengan en sus programas de mejoramiento la resistencia al huitlacoche.
OTRAS ENFERMEDADES
En Sinaloa se presentan ocasionalmente otras enfermedades, las cuales podrían llegar a convertirse en problemas reales que afecten el potencial de rendimiento del este cultivo. Entre estas enfermedades se encuentra el tizón foliar del maíz causado por el hongo Helminthosporium turcicum; la enfermedad se reconoce porque las hojas presentan manchas necróticas alargadas que pueden juntarse y llegan a secar las hojas. Hasta la fecha la enfermedad no ha aparecido con alta incidencia, pero se debe vigilar su evolución y tratar de incorporar resistencia o tolerancia a los híbridos comerciales.
Una enfermedad que sí ha causado pérdidas importantes en el pasado (década de los 1980’s) es el achaparramiento del maíz causado por el organismo Spiroplasma kunkellii. Las plantas afectadas quedan pequeñas y con coloraciones amarillentas en las hojas; las espigas forman pequeños jilotes, mientras que en los jilotes se forman espigas. Las plantas afectadas reducen fuertemente su rendimiento. Actualmente todos los híbridos comerciales presentan resistencia a esta enfermedad.
Una virosis que se ha presentado ocasionalmente en Sinaloa es el rayado fino, causado por el Virus del Rayado Fino del Maíz (MRFV). Las plantas enfermas presentan manchitas cloróticas en el follaje, lo que da la impresión de que se trata de un “rayado fino”. Las plantas reducen su rendimiento y el tamaño de la mazorca. El virus se trasmite por medio de una chicharrita llamada Dalbulus maydis.
El incremento de la superficie sembrada con maíz en el estado de Sinaloa, así como el monocultivo casi obligatorio, van a ocasionar que cada vez se presenten mayores problemas fitosanitarios en este cultivo. Los productores, agrónomos y organismos responsables de la vigilancia de la fitosanidad debemos estar alerta para tomar las acciones preventivas y correctivas que sean necesarias.
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