Imágenes tomadas por Julio Zamudio
París siempre será París, la ciudad más bella y romántica del mundo, una ciudad de contrastes donde afuera de las grandes tiendas de las mejores (y más caras) marcas que imponen la moda puede encontrar a un limosnero en el suelo, mientras las personas hacen fila indiferentes para gastar unos cuantos miles de euros en un bolso o cartera.
Quizá usted piense viajar a la Ciudad Luz próximamente, por eso en esta ocasión abordaremos el tema desde el punto de visto de riesgos para el turista, esto le podrá ayudar a tener cuidado al salir y disfrutar de esta maravillosa ciudad, que sin lugar a dudas, debe visitar:
LA CRISIS DE EUROPA LLEGÓ A SUS CALLES
La ciudad sigue hermosa, sin embargo me llamó la atención en esta ocasión durante nuestra visita a la Plaza de Concordia que las fuentes y estatuas han perdido su color verde esmeralda y el deslumbrante dorado de sus adornos ahora es opaco, no debe ser casualidad que uno de los monumentos y sitios de importancia se encuentre en ese estado, definitivamente la crisis económica de Europa ha golpeado a esta hermosa plaza (es solo un ejemplo de cómo se encuentran otros lugares).
CARTERISTAS, CARTERISTAS POR TODAS PARTES
Durante nuestro traslado al Palacio de Versalles (que se encuentra a las afueras de París) decidimos tomar el tren rápido llamado “ReR”. Este tren comparte las vías con el metro de la ciudad y esto crea un poco de confusión entre los turistas que deben tener mucho cuidado al escoger a cual tren deben subir.
Resulta que el ReR que sale a Versalles es un tren de pocos vagones, por lo tanto cuando llega el tren, los que no saben (como nosotros), tenemos que correr para alcanzar a subirnos y ese es el momento que aprovechan “las carteristas” para correr junto al turista, por lo regular son chicas muy jóvenes, entre 14 y 20 años. Mientras corren a su lado, le van estudiando los bolsillos del pantalón y/o los bolsos. Ellas ganan la carrera y se detienen en la puerta de entrada al vagón, durante la confusión, usted ve de manera natural que choque y se atropelle un poco con los turistas y las personas al entrar al metro, pero estas chicas, no se mueven, no se hacen a un lado para que usted pase, por lo que es un constante chocar con ellas y ese es el momento para robarle sus pertenencias. Nos paso a tres en ese mismo momento, afortunadamente nos dimos cuenta a tiempo.
EUROPA Y EL FUTBOL
Aprovechando el fenómeno mundial del futbol, es altamente probable que cada turista sepa algo (o mucho) de futbol. El carterista (joven) se le acerca indiferente hablando por su celular (realmente lo está estudiando), posteriormente empieza a hablarle, como si él pensará que usted le entiende (es obvio que esta persona lo ha estado observando y sabe que usted no habla el francés). Si usted se mantiene indiferente, él tratará de ganar su confianza haciendo movimientos como de patear un balón, mientras le recita el nombre de equipos de futbol, quizá le atiene al de su preferencia, con ese pretexto se le acercará, se pondrá a su lado (dependiendo de en cual traiga usted su cartera) y le dará un pequeño golpe en su espinilla con el pie (como una infracción de futbol), ese es el momento en que le quitará su cartera de la bolsa delantera de su pantalón.
HACERLO QUE FIRME UN DOCUMENTO
Durante su recorrido por metro, o en cualquier otro medio, incluso en el aeropuerto, encontrará a personas, principalmente mujeres jóvenes que le muestran un documento con firmas, con el objeto de que usted lo firme, el documento que ponen ante su cara (que es la forma de distraer su atención) no lo entenderá, pero usted dará por obvio que es del tipo “Causa ecológica” y verá que lleva varias firmas. Si usted se detienen en firmar, despídase de su cartera.
Todas estas personas tienen ayudantes que también platicarán con usted (o harán como que tratan de hacer una conversación en otro idioma), también se hacen pasar por turistas con un mapa en la mano, solicitándole la orientación del monumento o lugar más cercano, al que seguramente usted se dirige.
Para robarle la cartera no hay límites: Por lo regular los hombres pensamos que el lugar más seguro cuando viajamos es la bolsa delantera del pantalón, así sentiremos cualquier mano intrusa, esto es un mito, lo sé al ver como a mi amigo se la quitaron de ahí, con el truco del futbol (afortunadamente el ladrón nos regresó la cartera intacta, pensó que yo me había dado cuenta, pero no fue así, tampoco vi el momento de extracción que fue inmediatamente después del golpecito en la espinilla a mi amigo). No importa que usted esté utilizando un largo abrigo, ese fue mi caso en el ReR, la niña buscaba en mi abrigo mientras chocaba con ella para entrar al tren y su mirada estaba perdida e indiferente (nunca volteo a verme). Finalmente sabemos que los bolsos de mujer o de hombre tampoco se escapan de estas personas.
EL AÑILLO DE ORO (My precious)
Este truco lo hacen a personas que andan solas o a parejas, nunca se hace cuando se encuentra en grupo. Cuando usted va caminando, regularmente va tomando fotos (indicador definitivo de que es un turista), una persona camina de frente a usted y finge recoger un grueso anillo de oro (inmediatamente usted piensa: “Que suerte, casi me toca a mí”), y le dice en inglés “excuse me”, “it’s yours” (“Disculpe, ¿es de usted?”), lo peor que usted puede hacer es detenerse a querer sacar ventaja de esa “persona honesta”, o a dar explicaciones de que no es de usted. Una vez que usted tenga el anillo en su mano y le diga que no es suyo, se lo querrá vender muy barato, o llegará su dueño o llegará un policía falso (los policías visten de civil en París), en cualquiera de todos estos escenarios, usted estará perdido.
Hubo un día en que salí solo a pasear por las afueras del Louvre, ¡En tres ocasiones, la misma chica, levantó el anillo de diferentes partes de la ciudad para ofrecérmelo!, ¡Me venía siguiendo! Y como yo fingía no observarla, ella pensaba que no me daba cuenta. Finalmente opte por sonreírle y levantar mi pulgar indicando con un además en la cara de que ya sabía de que se trataba, con esto me dejó en paz y sirvió para hacerlo en repetidas ocasiones durante mis paseos posteriores a quienes se encontraban el anillo.
OJO MUCHO OJO
Al parecer y por una extraña razón (bueno lo más seguro sea que puedan correr más rápido que usted o que yo), todas estas personas presentan las mismas características: 1) Son jóvenes (entre 14 y 30 años), 2) solo los encuentra en lugares públicos y las zonas donde se concentra el turismo (metro, monumentos, museos, Campos Eliseos, catedrales, etc.), 3) Por la ropa que usan usted se puede dar cuenta de que son de escasos recursos, y finalmente algo muy importante 4) Sin desear entrar en polémica u ofender a nadie, los franceses les llaman “gitanos”, son personas procedentes de otras regiones diferentes de Francia, por lo que compartes rasgos físicos similares.
Es de reconocer a las autoridades francesas que en las zonas de mayor turismo existen letreros que dicen en francés, inglés y español “Cuidado con los carteristas”, estos letreros los encontramos por ejemplo en la Torre Eiffel, Museo de Louvre, Versalles, otros monumentos y en las estaciones del metro.
La Ciudad Luz, siempre será la Ciudad Luz y sus destellos no podrán ser eclipsados nunca, es una ciudad maravillosa, bella, cultural, romántica y sensual. Esto pasa en todo el mundo, no deje de visitarla y espero que al compartir estas experiencias, su próximo viaje a París sea de lo más agradable, como fue el nuestro.
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